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martes, 10 de enero de 2012

You are my sunshine.

Sabes que todo va mal cuando te echas en la cama y ninguna persona en la Tierra es capaz de animarte.Llegas a tu casa y lo primero que haces es echarte en la cama, o el sofá aunque, personalmente prefiero la cama. Te encierras en tu cuarto abrazada a tu peluche favorito y extrañamente no piensas en nada o solo piensas en lo malo. De repente rompes a llorar y te encierras en la burbuja que es tu cuarto y aunque lloras sonoramente nadie viene a ver que te pasa o por qué estás así. Por una parte no quieres que nadie te vea, pero por otra parte quieres que alguien entre por la puerta y sin mas te abrace y sin decir una palabra te consuele. Pero no quieres que entren ni tus padres, ni tus hermanos, ni hasta a veces tus mejores amigos, porque piensas que estás sola que nadie hará eso. Pero un día piensas en que si quieres que alguien entre, te abrace y te diga que todo va a pasar. Que limpie tus lágrimas y te anime, porque es lo que mejor se le da. En la oscuridad de tu tristeza esa persona es una luz, que poco a poco hace que salgas y te enfrentes a tus miedos, que resuelvas tus problemas. Pero a esa persona no le bastaba con animarte ha hacer eso, ni pensarlo. Te ayuda a cumplir esas cosas con ella al lado e incluso llegan a afectarle esas cosas que te pasan. Es ahí cuando te das cuenta de que gracias a esa persona eres más fuerte y no te volverás a hundir. Es cuando descubres que esa persona vale más que todo el oro del mundo, que vale más que cualquier cosa, porque su amistad no es comparable a ninguna otra. Es una luz en tu oscuridad.

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