-¿Enana? ¿Dónde estás? -pregunta juguetón y no puedo reprimirme más. Dejo escapar una suave risa divertida y él ensancha más la sonrisa andando despacio hasta la cama.
Se topa con los pies del colchón y suelta una exclamación, más de sorpresa que de dolor,
Cuando consigo ponerme detrás suya le doy en el culo y al sentirlo se gira rápidamente con los brazos extendidos pero no le dejo cogerme, me agacho, y entonces no logra alcanzarme. Pero empieza a andar hacia mí cada vez más deprisa, no me queda otra que retroceder hasta el armario y me pongo de pie riéndo esta vez y él sonríe al oírme reír. ¿He dicho ya que me encanta su sonrisa?
Consigo volver a ponerme detrás suya y le vuelvo a dar en el culo, juguetona, y vuelve a girarse rápidamente.
-Nena, haces trampa -me encanta que me llame así, sobre todo cuando estamos...- ¿dónde estás?
-¿Ya te rindes? -se ha quedado quieto y yo me acerco con precaución, suele quedarse conmigo. Jo, yo quería seguir jugando.
-Quiero besarte -susurra.
Ha dejado de sonreír y sin quererlo estoy más cerca.
-Si me acerco pierdes tú.
-¿Qué me importa perder si gano tus labios?
Ganó.
Aaaaaaaw, en serio, me enamoran tus entradas!!!! *.*
ResponderEliminarHe estado todo el rato que he estado leyendo esto, sonriendo!! IMPRESIONANTE!!!!
Un beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/
Gracias por leerme y por tus comentarios que me encantan.
EliminarUn beso, guapa ^^