[Buenas noches, Bambi,
gracias por dar argumento a mis sueños.]
Los
domingos hacíamos el amor desde que nos despertábamos hasta que nos
arrinconaba el hambre, entonces bajábamos a comer lo que encontráramos
en la nevera, y volvíamos a subir para seguir en lo mismo, luego
dormíamos o leíamos un rato y nos abrazábamos de nuevo, a veces ella
quería que bailáramos y lo hacíamos cada vez más lenta y estrechamente
hasta que terminábamos de nuevo en la cama. No sé,