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sábado, 23 de noviembre de 2013

Quantic Love.

[Buenas noches, Bambi,
gracias por dar argumento a mis sueños.]


miércoles, 20 de noviembre de 2013

No es que sea mía, es que yo quiero ser suyo.


O. S.

Mi mente es infinita.

  A veces me gustaría escribir, y escribir y contarte todo lo que se me pasa por la cabeza, el porqué de cada cosa que lees, el motivo oculto de cada palabra, una explicación a mis sentimientos. Pero no quiero monopolizar la conversación, además de que no quiero que los dos acabemos de nuevo pensando en posibilidades que no existen, en cosas del pasado y volvamos a estar con un estado de ánimo deplorable.
  Me basta con que sepas que en mi cabeza tango un millón de ideas que me gustaría trasmitirte con sinceridad, pero a veces es mejor callar y no remover las cosas. Pero sin duda, me basta con que sepas y tengas la certeza de que te quiero y de que siempre estaré ahí, esperando para soltar todo lo que tengo que decir y así quizas me entiendas un poquito mejor. Porque yo pienso mucho y a veces con evasivas acabamos la conversación, pero en realidad quiero soltarte un discurso largo, muy largo. Pero sigo ateniendome, a que hay cosas que es mejor callar y disfrutar de el buen ambiente que tenemos todos los días, días contigo que no cambiaría por nada del mundo.



domingo, 3 de noviembre de 2013

sábado, 2 de noviembre de 2013

Domingos.

Los domingos hacíamos el amor desde que nos despertábamos hasta que nos arrinconaba el hambre, entonces bajábamos a comer lo que encontráramos en la nevera, y volvíamos a subir para seguir en lo mismo, luego dormíamos o leíamos un rato y nos abrazábamos de nuevo, a veces ella quería que bailáramos y lo hacíamos cada vez más lenta y estrechamente hasta que terminábamos de nuevo en la cama. No sé, era como si el domingo realmente fuera un día bendito.


Soy.

No soy perfecta, verás; soy un caos. Soy esa chica que cuando está callada comunica todo con la mirada, la que busca que la conquisten, la detallista. La que te hablará de libros, escritores, música y películas extrañas mientras te prepara café. La chica que también llora de vez en cuando, frágil como una flor que intenta ser fuerte como la raíz. Soy esa, la que entrega su corazón siendo lo más preciado. La que te amará profundamente, como el primer amor.

Contigo todo.

Contigo no quiero París, ni Santiago, ni Roma. Contigo prefiero quedarme en casa, tomarte de las manos y guiarte a donde jamás has viajado; ida sin retorno, amor con insomnio, cafés de madrugada y sexo por placer. Contigo hasta enloquecer.